Tojima Wants to Be a Kamen Rider
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¡Bienvenidos una vez más a mi espacio dedicado al anime y la cultura otaku! En esta ocasión, comparto mi reseña de Tojima Wants to Be a Kamen Rider, una adaptación animada que explora temas maduros con un enfoque en el heroísmo tardío. Producida por el estudio LIDEN FILMS, esta serie comenzó su emisión el 5 de octubre de 2025 y sigue en transmisión, con una temporada de 24 episodios planeados.
Se clasifica en los géneros de acción y comedia, con elementos de superpoderes y un público objetivo seinen. Como redactor apasionado por las narrativas que cuestionan los sueños adultos, esta obra me atrajo por su premisa inusual: un protagonista de mediana edad persiguiendo una fantasía infantil.
Me conecté con ella al recordar mis propias experiencias en convenciones donde los fans reviven pasiones olvidadas, y creo que ofrece una perspectiva fresca en el panorama del anime actual.

Resumen
Alerta de spoiler: A continuación, se revelan detalles de la trama principal, incluyendo eventos clave de los episodios iniciales que podrían afectar la experiencia para nuevos espectadores.
La historia sigue a Tanzaburō Tōjima, un hombre de 40 años obsesionado desde la infancia con convertirse en un Kamen Rider. Justo cuando está a punto de abandonar su sueño, se ve envuelto en un robo perpetrado por una banda falsa inspirada en Shocker, lo que genera atención mediática y lo impulsa a una serie de aventuras inesperadas.
A lo largo de los episodios, Tōjima enfrenta villanos excéntricos, forma alianzas improbables y reflexiona sobre el significado del heroísmo en la adultez, con toques de humor derivados de su inexperiencia.
En comparación breve con el manga original de Yokusaru Shibata, la adaptación animada acelera el ritmo en las secuencias de acción, ampliando visualmente las transformaciones para mayor impacto, aunque mantiene el núcleo emocional intacto.
Análisis
En Tojima Wants to Be a Kamen Rider, los personajes destacan por su profundidad relatable, aunque no sin limitaciones. Tanzaburō Tōjima, interpretado por el seiyū Katsuyuki Konishi, se presenta como un protagonista imperfecto: su voz transmite una mezcla de determinación y vulnerabilidad, recordando roles previos de Konishi en series como Gurren Lagann, donde captura la evolución interna con sutileza.
Otros roles notables incluyen a Ai Kayano como Yuriko Okada, cuya interpretación añade energía dinámica y un matiz cómico; Kenichi Suzumura como Ichiyo Shimamura, aportando un contrapunto racional; Kenjirō Tsuda como Hachirō Nakao, con una presencia intimidante; y Sōma Saitō como Mitsuha Shimamura, que enriquece las interacciones familiares.
Estos seiyū elevan el material, haciendo que los diálogos fluyan con autenticidad, aunque algunos personajes secundarios tardan en desarrollarse, lo que podría frustrar a espectadores que buscan profundidad inmediata.
La narrativa equilibra acción trepidante con momentos de introspección, similar a obras como One Punch Man en su sátira al heroísmo, pero con un enfoque más personal en la crisis de la mediana edad. Los episodios iniciales establecen un tono ligero, con gags basados en la torpeza de Tōjima, pero progresan hacia temas como la persistencia de los sueños y la soledad adulta, relacionables en un contexto actual donde muchos otakus lidian con pasiones postergadas.
Una anécdota personal: en una convención reciente, vi a fans de edad similar reviviendo disfraces de Kamen Rider, y esta serie captura esa nostalgia con honestidad, evitando idealizaciones.
Sin embargo, el pacing puede sentirse irregular, con transiciones abruptas entre comedia y drama que diluyen el impacto emocional en ocasiones. Brevemente, respecto al manga, la animación expande las escenas de combate, ofreciendo más fluidez que las viñetas estáticas, pero sin alterar drásticamente la esencia.
El estilo visual, bajo la dirección de Takahiro Ikezoe, combina animación dinámica en las secuencias de transformación con fondos urbanos detallados, evocando el espíritu tokusatsu. La paleta de colores vibrantes resalta los momentos heroicos, aunque se nota reutilización de assets en episodios tempranos, una debilidad técnica común en producciones en curso.
Esto se relaciona con temas personales como la resiliencia, invitando a reflexionar sobre cómo los hobbies pueden combatir el agotamiento cotidiano, pero sin innovar tanto como en animes como My Hero Academia.
La música juega un rol crucial en la atmósfera. El opening inicial, "Let's Go!! Rider Kick" por Hiroshi Fujioka, rinde homenaje a los clásicos de Kamen Rider con un ritmo enérgico que motiva, mientras que el segundo, "Wanna be" por TeddyLoid feat. Shigeru Matsuzaki y TOPHAMHAT-KYO, añade un toque moderno y electrónico que refuerza la temática de aspiraciones persistentes.
🎥 Haz clic para ver el opening
Por su parte, el ending "One More Time" por TeddyLoid feat. Ryoji Tokito ofrece una melodía melancólica que cierra cada episodio con esperanza, contribuyendo a un cierre reflexivo. Estas piezas musicales elevan la experiencia, aunque podrían integrarse mejor en transiciones narrativas.

En conjunto, el análisis revela un anime sólido en su exploración temática, con fortalezas en las actuaciones y debilidades en el ritmo, ofreciendo un equilibrio que lo hace valioso para un público maduro, aunque no revolucionario.
Pros y contras
✅ Personajes principales bien desarrollados: Las interpretaciones de seiyū como Katsuyuki Konishi y Ai Kayano añaden profundidad emocional y humor relatable.
✅ Temáticas maduras y relevantes: Explora la crisis de la mediana edad con honestidad, ideal para espectadores otakus adultos.
✅ Música memorable: El opening y ending por TeddyLoid capturan la esencia nostálgica y motivadora.
✅ Estilo visual dinámico: La dirección de Takahiro Ikezoe brilla en secuencias de acción, evocando el tokusatsu clásico.
✅ Equilibrio de géneros: Combina acción y comedia de forma efectiva, similar a parodias como One Punch Man.
❌ Pacing irregular: Transiciones entre humor y drama pueden sentirse forzadas en episodios iniciales.
❌ Desarrollo secundario limitado: Algunos personajes como Mitsuha Shimamura tardan en ganar relevancia.
❌ Reutilización de elementos visuales: La animación repite assets, afectando la frescura en fondos.
❌ Dependencia de conocimiento previo: Asume familiaridad con Kamen Rider, lo que podría alienar a novatos.
❌ Elementos de fan service: Ciertos gags, como transformaciones con insinuaciones, pueden resultar predecibles o innecesarios.
Conclusión y recomendación ☝️🤓
En resumen, Tojima Wants to Be a Kamen Rider es una adaptación animada equilibrada que destaca por su honestidad en temas adultos y un homenaje respetuoso al tokusatsu, aunque con áreas técnicas por pulir en su ejecución.
Ofrece una opinión honesta sobre perseguir sueños tardíos, convirtiéndola en una adición interesante al anime de 2025, sin ser un hito inolvidable. Le asigno una calificación de 9.0/10, justificada por sus fortalezas en personajes.
La recomiendo a fans de anime de acción con toques cómicos, especialmente a quienes disfrutan parodias como My Hero Academia o series seinen sobre crecimiento personal.
💬 ¿Qué opinas de esta premisa sobre héroes de mediana edad? ¡Deja tus comentarios y compartamos impresiones!
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